Noticias

La distribuidora del grupo Juvé & Camps, conocida por su catálogo internacional, hace la primera incursión exterior

Primeras Marcas, la importadora de vinos, champanes, generosos y espirituosos de gran prestigio, iniciará este año la actividad en Portugal, con distribuidores exclusivos a Lisboa y en Oporto, en la que es la primera incursión internacional de la compañía del grupo Juvé & Camps Prime Brands. La principal actividad de este holding propiedad desde el 2017 de Scranton, el brazo inversor de Grífols, es la elaboración del cava Juvé & Camps; ahora bien, desde el 1986, mantiene una línea de negocio menos conocida que es la distribución de vinos de terceros, que cada año gana pes en las ventas consolidadas.

Además de buscar clientes en nuevos territorios, la empresa también explorará el crecimiento vertical en algunos canales donde ya se factura, pero que presentan mucho margen de mejora, como por ejemplo el abastecimiento de yates y de hoteles: “Queremos sistematizar el esfuerzo comercial en estos ámbitos donde hay un gran potencial”, afirma Philippe Eberlé, director general. Primeras Marcas tiene una cartera de 10.00 clientes, muy concentrados en la restauración y el comercio especializado. En la distribución solo están presentes en las tiendas del Club del Gourmet del Corte Inglés. Al final, el turista internacional es, en buena medida, el gran consumidor de estos productos.

El nuevo foco empresarial llega al poco de la ampliación de las instalaciones centrales, que están situadas en el polígono industrial las Comas de Igualada, que después de la inauguración el septiembre pasado ha doblado la superficie hasta los 3.000 m². Se han invertido 1,5 millones de euros, una parte de los cuales se han destinado a la automatización de la logística para optimizar los envíos.

Primeras Marcas dispone de un catálogo de unas 2.500 referencias. Las botellas siempre se compran en origen en bodegas de gran prestigio internacional y que están en manos de una familia. En pes de los espirituosos (coñac, whisky, grappa, calvados, ron, aguardiente, brandy y ginebra) en relación con la facturación total solo representa el 8% y, despacio, ha ido perdiendo pes a medida que el consumo ha ido bajante; los generosos (oporto y jerez), suponen el 5%. En cambio, los vinos y champanes son mayoría. El 35% de la facturación son vinos españoles (una tercera parte de los cuales, catalanes) y el 50%, vinos de todo el mundo. El 2% que falta son óleos y vinagres.

 

«La empresa invirtió 1,5 millones de euros el 2019 en una ampliación de las instalaciones»

 

Destacan los vinos de Burdeos, puesto que hay 600 referencias de esta región al portafolis de Primeras Marcas. Algunas son añadas muy preciadas de bodegas de fama, que reposan al almacén sótano en unas condiciones de temperaturas estables y pocos cambios en el aire. “Así pueden estar años”, afirma Eberlé.

La empresa guarda como un tesoro algunas añadas míticas de Petrus, un vino que Primeras Marcas importa desde hace más de treinta años, o de Château Magdelaine. “Tenemos una persona que se dedica a decir que no se vienen”, asegura con una cierta ironía Eberlé. La importadora dispone actualmente de un stock valorado en 9 millones de euros y cada vez compra más. Una parte es de alta rotación y garantiza la tesorería y una parte del margen. Otra parte queda inmovilizada, como una inversión a largo plazo, en espera que gane valor. “Tenemos botellas de hace más de veinte años”, indica el director general. La decisión sobre qué y cuánto comprar y sobre cuando vender está en manos de un profesional con más de treinta y cinco años de experiencia a la empresa.

Primeras Marcas es conocida en el mundo de la restauración por su catálogo internacional más tradicional. Sin embargo, el compromiso es ir ampliándolo con bodegas del nuevo mundo: Argentina, Suráfrica, Nueva Zelanda, Australia, etc., al menos, uno por año. También aspiran a incorporar vinos de DO españolas y catalanas. En estos casos, Primeras Marcas no se limita a comercializar el producto, sino que es un aliado en la construcción de la marca. Eberlé explica con orgullo el caso de la bodega Menade de Rueda, que en pocos años se ha reposicionat como un vino de alto nivel.

La empresa destina muchos recursos a captar y retener talento para su departamento comercial: “Hacen falta dos años para formarlos y dos más porque lleguen a la plenitud profesional; aspiramos que se jubilen aquí”, dice Eberlé.

La compañía facturó 19,2 millones de euros el 2019, un 7,5% más que el 2018. El crecimiento ha estado constando, incluso durante los años de la crisis.

 



El ORIGEN

Petrus y Mas Martinet

Primeras Marcas nació el 1986 de la mano de Joan Jové, hoy en día presidente del grupo, y de dos socios más que tenían una pequeña distribuidora en Igualada. El objetivo era representar bodegas de gran prestigio internacional en España y ser una extensión de sus departamentos comerciales. Con el paso de los años, se ha consolidado una cartera de marcas prèmium entre las cuales destacan los champanes de Louis Roederer, los vinos Petrus de Burdeos, los Gaja de Italia, Markus Molitor de Alemania, los López de Heredia de la Rioja y Mas Martinet del Priorat.

Fuente: L’economic